En el Noroccidente de Pichincha, comunidades rurales luchan con la falta de inversión estatal en cultura. Esta carencia impacta negativamente en la preservación de tradiciones ancestrales y el desarrollo cultural. La ausencia de fondos limita el acceso a actividades culturales y educativas, afectando el tejido social y la identidad local. Es vital que el Estado reconozca la importancia de la cultura en el bienestar de estas comunidades y destine recursos adecuados para su promoción y preservación. ¡La cultura es un derecho fundamental que merece ser priorizado!
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