Todos los juguetes-cuentos de varios autores

“Furia para fajarse con las palabras. Furia para usar las palabras de un modo distinto..... Una vida que los separa de la anterior generación, tan angustiada por la religión, por la pólitica, por la ideología, están angustiados por la vida, por vivirla vertiginosamente, sin mentiras, sin ideologías, sin normas” Presentación en la contratapa por Francisco Febres Cordero


Comentario de lectura por Bernarda Gui

Aunque no deja de ser grato aproximarse a los avances literarios de nuestros jóvenes, en el caso del libro de cuentos “Todos los Juguetes” publicado bajo el sello de Dinediciones, la sorpresa es grande al comprobar que la matriz generacional de los autores, menores de 35, también marca una matriz narrativa. No solo eso, la mayoría de los cuentos de esta obra tienen una clara predisposición temática: la decadencia existencial. Henry Miller logró hace casi 70 años retratar esta misma decadencia con fascinación para un público ávido de rupturas. La abundante jerga callejera, sexo, drogas, vocablos como chafos, vergas, culos que salpican estas páginas no constituyen desde hace medio siglo ninguna novedad aún en nuestro recatado país. ¿Es esta la furia de las palabras a la que se refiere el señor Febres Cordero? No veo la furia ni el vértigo, quizá mas bien alguna inercia. Desde luego estamos claros, el argumento es solo un componente más de cualquier narración; los recursos para hacer que este argumento funcione ante el lector, son los que hacen un buen o un mal relato. En “Todos los juguetes” con las muy notables excepciones de Fernanda Ampuero, Marcela Noriega y Solange Rodríguez Pappe, no brillan los recursos narrativos, tanto como en un periódico sensacionalista no brilla una página entre las demás.

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