ALFONSO CHAVEZ JARA (1956-1991)
Por Diego Velasco Andrade
Riobamba: ciudad a las faldas del Taita Chimborazo volcán "carabela de tres velas" " campo de aterrizaje para cóndores " " ovillo del que se desovilla la vía láctea ", como nos dijera el gran poeta vanguardista Miguel Ángel León, se abriga con el despertar de los textos de un gran poeta, amigo y hermano, que con espíritu cálido bate sus alas y llega a posarse en nosotros: Alfonso Chávez Jara.
Alfonso Chávez no hizo más que continuar con la saga y tradición de los grandes poetas riobambeños coloniales aquella de Juan y Gerómina de Velasco, de José de Orozco y a quienes luego seguirían Ricardo Borja León y Luz Elisa Borja; Miguel Ángel León y Miguel Ángel Zambrano; Manuel Zabala Ruiz y Euler Granda, como en un quipu interminable el cual Alfonso Chávez no hizo sino continuar y perseverar, para aportar al tapiz multicolor de nuestra identidad andina y ecuatorial.
Y es que las primeras obras, se escribieron en su ciudad natal Cajabamba y Cicalpa: la legendaria Riobamba colonial; se idearon en el corazón de nuestros andes, no precisamente en la ciudad de Riobamba que ahora conocemos, sino en la primera, en la legendaria Liribamba de los Condorazos y de los puruwayes; la primera capital cultural del Ecuador; aquella de los primeros poetas coloniales que Juan de Velasco recoge en Un Ocioso en Faenza, esa Riobamba intelectual de Magdalena Dávalos, Isabel de Godin y Pedro Vicente Maldonado, la antigua Riobamba de las Cartas Riobambenses de Eugenio Espejo, de aquella ciudad destruida por un terremoto en 1797 y en la que un día de abril 1955, vería la luz el poeta Alfonso Chávez Jara.
SU OBRA POETICA FUE SU OBRA VITAL
Alfonso Chávez Jara nació niño al poema, desde su Cajabamba natal, tan andina y tan cercana a aquel lago encantado, en donde trenes fantasmales aún atropellan los domingos de madrugada, a los bohemios recién casados...Y, ya adolescente, en la Riobamba republicana y en su colegio el Pedro Vicente Maldonado, escribió su primer poemario: " Cucho de la Tierra", poesía semilla, poesía indigenista repleta de quichuismos y de giros locales; poesía promesa de un adolescente aficionado a cantar y enamorar a las colegialas con las palabras; de un estudiante brillante acostumbrado a ganar con la guía de su madre, los concursos de oratoria, del libro leído, los floridos certámenes de poesía provincial ...
POR UN CANTO DE VUELO FIRME
"Canto de vuelo firme", Editorial Universitaria, 1980, nos muestra los primeros poemas del joven estudiante de derecho llegado a la capital: " un corcel desnudo entre las pajas", activista del Frente Revolucionario de Izquierda Universitaria donde Víctor Jara, Nicanor Parra, Inti Illimani, Daniel Viglieti, Salvador Allende, los trabajadores de Aztra, Dolores Cacuango, Miltón Reyes, son los héroes invocados, las lecturas, temas y canciones obligadas del universo poético de un primer Alfonso Chávez del poeta: aquel " de la piel social ".
En esta obra, Chávez es el poeta de la fe en el encuentro y en el reencuentro con lo andino, con lo terrígeno; es el poeta " buscando en las raíces su propia identidad " o mejor: buscando el tapiz de nuestras identidades, que conforman para él la " hermosura de espinas de esta: Patria "... Un andino soñador buscando " un canto nuestro / canto de vuelo firme / abierto en el pecho"...
Aquí, la búsqueda de identidades en Alfonso Chávez no se nota impostada, él se sabe heredero de su gran tradición cultural, mas a la vez se busca y hurga en su propia condición de ser andino y telúrico: "Amo el volcán, por su afición a incendio"... nos dice para entonces, el próximo abogado del que jamás podrán ufanarse: el gris Derecho Civil, las Cortes de Justicia o los Tribunales de la República, porque Chávez siempre prefirió la bohemia creativa y la ética siempre vital, frente a la amarillenta codificada en los polvorientos códigos del procedimiento penal; así él hace su personal “declaración de independencia”:
"Quiero avenida / nunca dormirme en tu corbata / y ser un ciempiés que devora leguas / simplemente contento bestialmente sereno / o un potro mozo cuadrúpedo / ojos de lejanía / piel de sol / patas largas / amen de recién recorrer algunas millas / y querer más y más" ...
EL POETA DE INQUILINA NOCHE
Si la realidad es todo lo que podemos imaginar, entonces la realidad se verifica en nuestros sueños, en "el arte de ensoñar" y el poeta, -ese brujo lunar e imaginante de otras realidades-, nos habla y escribe; de aquella realidad no vista con los ojos, sí, con el corazón y a veces en los sueños de medianoche...
Así es como arriba el Alfonso Chávez vanguardista de INQUILINA NOCHE; quizás deslumbrado por los dadaístas, por el Vallejo de Trilce o el Altazor de Huidobro. Siempre repleto de amigos como un armario caminante y vital, él se instala en el medio intelectual quiteño y echa a volar su editorial utópica: VIVAVIDA, hermosa colección de poesía, en donde invitará a enlazar cordeles temporales a Alfredo Gangotena, Miguel Angel León, Alfonso Barrera Valverde, Javier Ponce, Iván Oñate, Iván Carvajal, Rafael Larrea, y finalmente él mismo.
"Inquilina Noche" aparece en VIVAVIDA 1983, no solo como un arma para ironizar la solemnidad que por entonces se iba entronizando en nuestra poética, sino para ironizar también para ironizar ..." la ausencia de bandera / (pues de la tricolor ) se (nos) ha volado el cóndor !!! ; así es como el poeta intuye esa larga era de corruptela y amnesia de valores, que desde siempre asoló a la “bicentenaria y gloriosa” patria ecuatorial de los patricios, masones y “pelucones” de toda laya...
Nos conmueve en esta obra vanguardista el Alfonso Chávez, hurgador curioso del lenguaje, poeta que se finge tartamudo, que urge por desatarse, que se interpela irreverente por la existencia y por la muerte, con un otro tono menos solemne, en ésta su poesía de transición a la madurez poética:
" La nochuna / Ha venido a gitanearme / A recorrer chasquidos / hueco adentro / Es quivo / y me equivoco / Equitativo / Terco de ser asínomas / me afano" ...
" trastrabillando el llamado de un bardo que tiene en su baúl locas astucias y una culebra que habla en lengua propia "...
Para entonces el poeta se va alimentando de locuras cotidianas y de experiencias exóticas: brincando con otros “locos como él” por los tejados de la Casa de la Cultura de Tulcán; transmontando de un chongo lunar de la costa, a la luz equinoccial de un amanecer serrano en Otavalo; emprendiendo largos tours a la 24 de Mayo en Quito, a visitar a los malandrines que construyen su ruina en las cantinas y “guaraperías” y a quienes consolaba recitando " los bárbaros atilas" de Vallejo.
En fin, según confesaba el mismo poeta, INQUILINA NOCHE fue un cuaderno de ejercicios, de divertimentos y preparación para nuevas y maduras empresas y su madurez poética se hará tangible en su siguiente obra: LA MEDIANOCHE SACUDE LA MEMORIA
AQUELLA MEDIANOCHE que nos SACUDE LA MEMORIA
" La media noche sacude la memoria", Coleccion VIVA VIDA, 1989, lleva una contratapa del místico asceta y zahorí DAVARAN KADJAR (Nueva Delhi 1988), risueña ficción como tantas otras a las que Alfonso nos tenía ya acostumbrados; tan aficionado el poeta, al mundo de misterios de la noche, a responder grandes interrogantes abriendo biblias al azar, a desenterrar El libro de Arena de Borges, o a las extrañas profecías de Swdenborg y a la anarquista poética de Chesterton, aquel de El hombre que fue jueves.
En este poemario Alfonso Chávez, poeta lunar y aprendiz del “gran arquitecto del universo”, parece divertirse escribiendo poemas con ropajes irónicos (NOVELETEA EJEMPLAR QUE DESCRIBE LAS CIRCUNSPECTAS DUDAS DEL AMOR ENTRE EL POETA Y LA ISA); pero en realidad, en él subyace su propia angustia y el paisaje dramático de los 80s: época de insurgencia social, de muerte, de torturados:
..." Late la muerte en los rincones más insólitos / los ríos tosen semanas agrias / los ríos acosan en los corredores / de los hospitales / - sus partículas son el único objeto / para el estudio de la ética -"....
..." el sol se triza en el chapoteo / de los ahogados / brotan con manoteos densos / con pestilentes muecas / desde los altos pisos / los atrapados."...
En conformidad con la literatura que Alfonso Chávez ayudó a configurar en los 80, la antilírica, la crítica mordaz y sin utopías aparentes; en su poética subsiste la crítica social no como una evasión, ni tan siquiera como un panfleto, ni como una búsqueda erótica, espiritual o existencial, (otras vertientes en la poesía posterior) sino como un solitario aullido a la luna, como un ladrido sin eco en los muros del sistema establecido. El sarcasmo y la irreverencia, evitan que Alfonso Chávez recaiga en el lenguaje poético a veces panfletario de su juventud y ahora, ya maduro y cargado de un nuevo arsenal expresivo se lanza al ataque:
“ no quiso decir su nombre / no quiso que su voz desafinara / a la sinfónica de Viena / con su melodía / calibre 22 "...
Este es un libro "trabajado en el Taller Sacapuntas", leído, discutido y corregido con sus hermanos del Matapiojo, de la Pequeña Lulupa y de la mismísima Pedrada Zurda, en una noche de puñetes y bohemia.
El Sacapuntas fue uno de los múltiples núcleos de socialización artística emprendidos por Alfonso Chávez en Riobamba, al igual que en el teatro, la plástica, la danza, la música y el arte popular, cuando presidente de La Casa de la Cultura Núcleo de Chimborazo. De su trabajo como activador y animador cultural en la ciudad centro andina y en las comunidades rurales e indígenas aledañas, aún quedan huellas, improntas e “hijos espirituales” para contarlo...
A fines de los 80s, el terminar su gestión cultural supone para Alfonso un respiro, para emprender un viaje de aventura poética de " caminante no hay camino " entre Perú, Bolivia y Brasil. De allí regresará cargado de apuntes, de libros, amigos y de ideas geniales para compartir con María Eugenia Lima, su compañera, y sus tres hijos... Será la hora de sentarse a corregir sus papeles más queridos, aquellos que reuniría en libro póstumo: INSTANTES.
Los temas de su libro póstumo: INSTANTES, son los fantasmas de todo poeta cierto; de aquel que cumplió fiel su misión de proseguir la escritura y el tejido del poema interminable; del poema con la mano abierta a otros nuevos: la vida, el amor, la muerte, sus temas recurrentes y obsesivos, enredados en un mismo tejido vital. La MUERTE, anunciada y premonitoria en sus poemas. La VIDA, incitándonos siempre a nacer y renacer de nuestras cenizas cotidianas. ¿Y el AMOR? siempre el cómplice fiel de su vida y de su muerte, motor que lo inspiró a seguir imaginando, siempre soñando y que una aciaga tarde de octubre de 1991, lo guió a reencontrar el poema sin fin...
QUE VIVA TANTA VIDA Y JAMAS...
Leo la antología póstuma de Alfonso Chávez Jara TANTA VIDA Y JAMAS, K-Oz Editorial, noviembre 2002, editada 11 años después de la desaparición material del poeta, como dejándome llevar por su espiral vital, agitándome de golpe con el recuerdo de su voz, de sus antiguas obsesiones, sus fantasmas... Me topo otra vez con su sentenciosa y repetitiva "tanta vida y jamás"...: aquel dado vallejiano que "el Alfonso" solía repetir y practicar hasta el cansancio... Su cerebro y corazón animados de una vitalidad poética que hoy, resulta difícil creer que ya no nos entorne...
Poesía de alquimista aquella del poeta Alfonso Chávez Jara, poética de nuestra realidad diversa, que como las capas de la cebolla se entremezclen en el oscuro y magmático ucku pacha andino y en el underground de las pandillas juveniles; en el horizonte del kai pacha y el mundo apasionado de dinners club; o aquella del hanan pacha y del mundo informatizado del CD Room. Poética de búsqueda y buceo en nuestras identidades; de búsqueda de nuestro fuego interno y también de nuestros propias cenizas y magmas; por eso con sus propios versos hagamos un epitafio que nos permita hacer renacer de las cenizas, su interminable llama vital:
“APAGUESE EL FUEGO
QUE NO CONMINA
EL AIRE QUE NO AGITA
LA NOCHE QUE NO TRANSFORMA”:
Alfonso Chávez Jara.
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