Jorge Luis Volpi



Nació en Ciudad de México el 10 de julio de 1968, perteneció a la llamada generación del crack.

Ha cultivado principalmente la novela y el ensayo. Su primera producción novelística agrupa A pesar del oscuro silencio (1993), La paz de los sepulcros (1995) y El temperamento melancólico (1996) y las novelas cortas Días de ira (en el volumen Tres bosquejos del mal, 1994), Sanar tu piel amarga (1997) y El juego del Apocalipsis (2000).

Su reconocimiento ha venido, sobre todo, a raíz de la denominada Trilogía del siglo XX. Dicha trilogía comienza con En busca de Klingsor (Seix Barral, 1999) con la cual obtuvo los premios Biblioteca Breve, Deux Océans-Grinzane Cavour, y el de mejor traducción del Instituto Cervantes de Roma en 2002. Esta obra supuso su consagración internacional al ser publicada en veinticinco idiomas. Completó la trilogía con las novelas El fin de la locura (Seix Barral, 2003. En donde habla del mayo francés y de las teorías utópicas de la época) y No será la tierra (Alfaguara, 2006. Esta novela se enmarca en el fin del socialismo y en el proyecto Genoma Humano), recientemente traducida al francés, alemán, griego e inglés.

En 2008 publicó "El jardín devastado", mezcla de memoria, ficción y aforismos.

Además ha cultivado el ensayo con obras como La imaginación y el poder. Una historia intelectual de 1968 (1998) y La guerra y las palabras. Una historia intelectual de 1994, donde aborda la Revolución Zapatista. En 2008 publicó diversos ensayos sobre el arte de la novela reunidos en el volumen "Mentiras contagiosas", que en 2009 le valió el Premio Mazatlán al mejor libro del año.

En junio de 2009 le fue concedido el II Premio Debate Casa de América de Ensayo por su libro "El insomnio de Bolívar". En este libro Volpi aborda temas polémicos como la evolución de la democracia, los líderes de la región, el narcotráfico y los asuntos locales que trascienden las fronteras. El jurado que le otorgó el premio en un comunicado menciona que valoró el modo inteligente y seductor de plantear este recorrido desde un trabajo ampliamente documentado, que escapa al tono académico y contribuye, con humor e ironía, a la mejor comprensión de todo el continente.

En agosto de 2009, obtuvo el Premio José Donoso, creado por la Universidad de Talca, en Chile, por el conjunto de su obra.

Se dice que Volpi se interesa más por el fondo que por la forma, su estilo es frío y desinteresado de todo lo que no sea hacer llegar el mensaje. Sus obras están dirigidas a un lector culto, y trasciende en ellas el gusto del autor por la política y el mundo de la ciencia.

En una entrevista publicada en la Revista Quórum, 19, Volpi menciona lo siguiente: “Yo escribo porque empecé a escribir, casi como una anécdota. Un día, cuando estábamos en la preparatoria —teníamos 16 años—, un amigo mío, Eloy Urroz, que también es escritor y miembro de Crack y que ya para entonces escribía poesía, me dijo: ¿por qué no escribimos un cuento? Cada quien el suyo, claro. Lo escribí y descubrí que eso era lo que me gustaba hacer. No creo que en mis inicios haya mucho más que eso.
… hubo un momento en que descubrí que la escritura era esencial en mi vida y que no podría cancelarla, aunque nunca me haya considerado un escritor profesional ni quiera ganarme la vida escribiendo. Yo escribo porque lo necesito y, al mismo tiempo, porque me gusta, me trastorna y no tengo manera de dejar de hacerlo.”

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